jueves, 25 de febrero de 2016

REFLEXIONES FUNDAMENTOS TEORICOS DE LA ETICA

REFLEXIONES

¿Para   qué     sirve   realmente la ética?
Adela Cortina

Todos los seres humanos somos necesariamente morales, podemos ser morales o inmorales, pero no amorales y lo mejor que podemos hacer es sacar partido de esa manera de ser moral del modo más inteligente posible, es en este sentido, claro, ética y política están estrechamente relacionadas. El ser humano es persona en sociedad. No hay individuos aislados. La afirmación liberal según la cual hay individuos aislados que un buen día deciden sellar un contrato no deja de ser una hipótesis ficticia. No existen esos individuos aislados, sino personas vinculadas a los demás seres humanos, es decir, en relación política", es así como se puede decir que la ética “sirve”, entre otras cosas, para abaratar costes en dinero y sufrimiento en aquello que está en nuestras manos lograr, en aquello que sí depende de nosotros. Y también para aprender, entre otras muchas cosas, que es más prudente cooperar que buscar el máximo beneficio individual caiga quien caiga porque ninguna sociedad puede funcionar si sus miembros no mantienen una actitud ética. Ni ningún país puede salir de la crisis si las conductas antiéticas de sus ciudadanos y políticos siguen proliferando con toda impunidad. Este libro nos recuerda que ahora, más que nunca, necesitamos la ética.

El   enfoque   de   las   capacidades   de   M.  Nussbaum:   Un   análisis comparado   con   nuestra   teoría   de  las  necesidades

En el mundo se puede decir que muchas mujeres carecen de apoyo en funciones fundamentales de la vida humana, y en el que la mayoría de ellas cuenta con capacidades menores a las de los hombres, el objetivo de Nussbaum es desarrollar un “feminismo universalista”. “Lo que las personas son realmente capaces de hacer y de ser”. Es así como as capacidades se refieren al conjunto de funcionamientos que son factibles para una persona, pudiendo elegir.


Democracia deliberativa
Adela Cortina

Es preciso decir que no hay sino tres caminos para llegar a una decisión común: la imposición, que no es un procedimiento democrático; la agregación de preferencias o de intereses, que se suman en público y se sigue lo que decida la mayoría; o la deliberación, que pretende transformar públicamente las diferencias para llegar a una voluntad común. Como bien dice el politólogo David Crocker, el "agregacionista" está convencido de que los ciudadanos forman sus preferencias e intereses en privado, y después en público no pueden hacer sino sumarlos y optar por la voluntad de la mayoría; mientras que el "deliberacionista" cree posible formar una voluntad común a través de la deliberación, no sobre todas las cuestiones, pero sí sobre algunos asuntos de justicia ineludibles.
El deliberacionista entiende entonces la deliberación como una piedra filosofal capaz de transformar afirmaciones como "yo prefiero esto" o "me interesa aquello" en "queremos un mundo en que tal cosa sea posible". Es el paso del "yo" al "nosotros" a través de la formación democrática de la voluntad. Por eso, a la hora de tomar decisiones vitales que afectan a todos, quien defiende la democracia deliberativa valora sobre todo el momento de las propuestas, el intercambio de argumentos y justificaciones para avalarlas, el acuerdo entre las partes acerca de qué compromisos adquiere cada una para llevar a cabo lo que le corresponde y actuar conjuntamente; mientras que el defensor de la política agregativa incide sobre todo en la decisión final, que normalmente se toma por votación.

Ética:   Cap   1:   Problemas  Morales   y   Problemas   éticos.  
Adolfo Sánchez Vázquez

El comportamiento humano práctico-moral, aunque es sujeto a cambio de un tiempo a otro y de una a otra sociedad, se remonta a los orígenes mismos del hombre como ser social. Los hombres no sólo actúan moralmente (es decir, se enfrentan a ciertos problemas en sus relaciones mutuas, toman decisiones y realizan ciertos actos para resolverlos, y a la vez juzgan o valoran de un modo u otro esas decisiones y esos actos), sino que también reflexionan sobre ese comportamiento práctico, y lo hacen objeto de su reflexión o de su pensamiento. Se pasa así del plano de la práctica moral al de la teoría moral; o también, de la moral efectiva, vivida, a la moral reflexiva. Cuando se da este paso, que coincide con los albores del pensamiento filosófico, estamos ya propiamente en la esfera de los problemas teórico-morales, o éticos.
El acto moral remite a otro problema importantísimo: el de la responsabilidad. Sólo cabe hablar de comportamiento moral, cuando el sujeto que así se comporta es responsable de sus actos, pero esto a su vez entraña el supuesto de que ha podido hacer lo que quería hacer, es decir, de que ha podido elegir entre dos o más alternativas, y actuar de acuerdo con la decisión tomada. Los problemas éticos son también el de la obligatoriedad moral, es decir, el de la naturaleza y fundamentos de la conducta moral en cuanto conducta debida, así como el de la realización moral, no sólo como empresa individual, sino también como empresa colectiva.